miércoles, diciembre 27, 2006

No se quede ahí, ¡levántese!

Había a la entrada de la puerta cuatro hombres leprosos, los cuales dijeron el uno al otro: ¿Para qué nos estamos aquí hasta que muramos? Se levantaron pues al anochecer...

–(2 Reyes 7:3,5)

No importa cuán difícil sea la situación en la que usted esté, no importa cuán metido esté en algún problema, en 24 horas usted podría superar esas cosas.

"Oh, hermano, eso es imposible".

Eso es lo que los samaritanos pensaron en 2 Reyes 7. Su tierra estaba siendo asolada por el hambre. Las tropas enemigas tenían sitiada la ciudad y habían cortado toda ruta de suministro. Las madres se comían a sus propios hijos para poder subsistir.

Pero en medio de toda esa tragedia, el Señor le dijo al profeta Eliseo que en 24 horas todo iba a cambiar. La harina y la cebada se venderían por unos cuantos centavos y habría abundancia para todos.

¿De qué se valió Dios para cambiar la situación? ¡De cuatro leprosos! En lugar de sentir lástima de sí mismos y esperar hasta morirse, estos leprosos decidieron levantarse y arriesgarse en el campo enemigo. Cuando llegaron, lo encontraron abandonado. Los ángeles de Dios habían hecho que el ejército entero huyera, y en el campo había quedado suficiente alimento para toda la ciudad de Samaria.

Algunas veces actuamos como lo hicieron los líderes de Samaria. Nos concentramos en el problema en lugar de concentrarnos en la Palabra de Dios. Ponemos tanta atención a la voz del mundo que perdemos la visión de nuestra victoria. Cuando eso sucede, la fe y el poder comienzan a disminuir y la vida se nos derrumba por todos lados.

Si a usted le ha pasado eso, deje de lamentarse, deje de fijarse en el problema y de sentir lástima de sí mismo porque esas cosas no podrán cambiar nada.

Así como Dios dio palabra por medio de Eliseo, también le ha dado a usted palabra: le ha prometido darle la victoria y hacerlo vencedor.

No se quede ahí sentado esperando hasta que muera. No acepte la derrota, sino levántese en fe, afírmese en la Palabra de Dios y pelee por su vida. Enójese con Satanás y échelo fuera. Enójese con la enfermedad y enfurézcase con la pobreza y empiece a dar más.

¡Levántese y reciba la liberación del Señor!

viernes, diciembre 15, 2006

La mejor riqueza que podemos dejar

La gente no escatima esfuerzos para asegurarse de legar sus propiedades y sus riquezas a los miembros de su familia o a las instituciones benéficas que más aprecian. Lamentablemente, algunas personas pasan tanto tiempo haciendo preparativos para que sus posesiones materiales sean pasadas a otros al morir, que no se fijan en lo que sus vidas pudieran dar ahora mismo.

La posesión más importante de un cristiano es su fe. Aunque la fe implica hacer decisiones personales, nuestros hijos y nuestros amigos pueden recibir de nosotros una herencia de principios rectos y un modelo de vida piadosa.

Una fe digna de ser dejada como herencia se basa en la verdad bíblica y en la segura convicción de que Dios es quien dice ser, y que cumple Sus promesas. Debemos experimentar una relación personal cada vez mayor con Jesús para poder compartirla con los demás. No podemos transmitir principios que sólo hemos leído o escuchado de otros, porque eso no funcionará.

Una pregunta que debemos hacernos es: ¿Me siento cómodo muriendo con la fe que he vivido? Muchas personas escogen con demasiado esmero las filosofías religiosas que guiarán sus vidas, pero descubren en las horas finales de su existencia la falacia de una perspectiva egocéntrica. Una fe digna de ser transmitida puede enfrentar el final de la vida sabiendo que estamos seguros por la eternidad en el Dios vivo, cuyo Hijo murió en el Calvario por nuestros pecados.

Un legado de fe es la mejor riqueza que podemos dejar, no solo a quienes vendrán después de nosotros, sino tambien a nuestros amigos y compañeros. A diferencia del dinero, un buen ejemplo no se puede dilapidar.

jueves, diciembre 14, 2006

Pacientemente

salmo 40;1-8


Pacientemente esperé a Jehová,
y se inclinó a mí y oyó mi clamor,

y me hizo sacar del pozode la desesperación,
del lodo cenagoso;
puso mis pies sobre peña
y enderezó mis pasos.

Puso luego en mi boca cántico nuevo,
alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos y temerán,
y confiarán en Jehová.

4 ¡Bienaventurado el hombreque puso en Jehová su confianza
y no mira a los soberbios
ni a los que se desvían tras la mentira!

Has aumentado, Jehová, Dios mío,tus maravillas
y tus pensamientos para con nosotros.
No es posible contarlos ante ti.
Aunque yo los anunciaray hablara de ellos,
no podrían ser enumerados.

Sacrificio y ofrenda no te agradan;
has abierto mis oídos;
holocausto y expiaciónno has demandado.

Entonces dije: «He aquí, vengo;
en el rollo del libro está escrito de mí;

el hacer tu voluntad, Dios mío,me ha agradado,
y tu Ley está en medio de mi corazón.

No deseperes, yo tengo cuidado de ti y los tuyos.

miércoles, diciembre 13, 2006

Nos ha bendecido

¿Sabe cuál es el problema que muchos de nosotros tenemos? No es el querer más, sino querer más de lo que los demás tienen. Estamos contentos con la casa que tenemos, hasta que vemos la casa de otro. Estamos contentos con el vehículo que poseemos, hasta que damos una vuelta en el carro nuevo de un amigo. Estamos felices con nuestro trabajo, hasta que escuchamos del trabajo de otros. ¡Necesitamos celebrar la gracia y bondad de Dios en los otros!

Éxodo 20:17 dice: “No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.” La palabra “codiciar” quiere decir “desear envidiosamente tener lo que pertenece a otro”. El descontento que surge cuando se comienza con el juego de comparación, típicamente está enraizado en el pecado de codicia... y orgullo.

¿Está teniendo dificultades en regocijarse cuando otros han podido tener niños y usted no? ¿O cuando otros se casan y usted permanece soltero o soltera? ¿O cuando vive en un departamento y otros pueden comprar casa? ¡Oh, si usted supiera el amor que Dios le tiene! La verdad de que “en Cristo somos más que vencedores” es tan cierta para usted como lo es para cualquier otra persona (Romanos 8:28-39).

Gracias a Dios que les ha bendecido, si lo ha hecho. Necesitamos amar a los demás sinceramente y regocijarnos con lo que Dios nos ha provisto en Cristo, sin sumergirnos en el juego de las comparaciones. Efesios 1:3 dice: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.”

La bendición de otros no es su pérdida.


martes, diciembre 12, 2006

La regla de oro

mateo 6;25-32

Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido?

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y, sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se angustie, añadir a su estatura un codo?[ab]

Y por el vestido, ¿por qué os angustiáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

pero os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.

Y si a la hierba del campo, que hoy es y mañana se quema en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, hombres de poca fe?

No os angustiéis, pues, diciendo: "¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?",

porque los gentiles se angustian por todas estas cosas, pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas ellas.

Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas

Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal.

lunes, diciembre 11, 2006

LA NECESIDAD MÁS GRANDE DEL HOMBRE

Piense en la persona que usted más ama. ¿Cuál es su más profunda preocupación por esa persona? Por ejemplo, si es padre, ¿es su deseo que sus hijos reciban una educación? Si eso es todo lo que desea, usted va a criar un diablillo muy listo. ¿Desea que sus hijos aprendan cultura? Si la cultura es su esperanza, todo lo que está haciendo es hacer del mundo el mejor lugar del cual irse al infierno.

“Bien ―dice usted―, yo quiero que ellos estén materialmente bien, quiero que tengan suficiente.” Déjeme preguntarle: ¿Qué importa que lo tengan todo, si un día morirán y resucitarán para enfrentarse al juicio de un Dios que no conocen?

Vea usted, Jesús vino, no como un filosofo o educador. Tampoco vino como un comunista o trabajador social. Jesús vino como Salvador para suplir a la necesidad más grande del hombre. Él anhelo que usted deber tener para sus seres queridos es que sus necesidades sean satisfechas, y la mayor de ellas es la salvación.

“Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de vida eterna” (Tito 3:4-7).

viernes, diciembre 08, 2006

Divulgue la paz en esta navidad

repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

–(Lucas 2:13,14)

La Navidad es una temporada muy importante del año. Es la temporada cuando el mundo entero oye el mensaje del nacimiento de Jesús y la gente se vuelve más bondadosa. Es el tiempo perfecto para sembrar semillas de amor en la vida de las personas que encontramos en el camino.

Esas semillas a veces pueden tomar la forma de una palabra amable a alguien en medio del bullicio y trajín de las compras. Otras veces, pueden tomar la forma de una oportunidad de orar por alguien y ministrarle. Pero no importa dónde usted se encuentre, esté preparado para aprovechar cualquier oportunidad para ayudar a los demás.

Es asombroso ver cómo la gente está más dispuesta a oír cuando uno dice las cosas con amor. Mucha gente nunca ha conocido a nadie que de veras le muestre interés y amor. En esta temporada navideña, sea esa clase de persona para con los demás. Divulgue el mensaje de paz que es posible en Jesucristo, y de, su buena voluntad para con los hombre. La palabra dice que cuando dependa de usted este en paz con los demas.

Quién sabe cuántas de esas semillas echen raíces un día y hagan entrar a alguien en el glorioso reino de Dios.

haga de esta navidad, una navidad diferente, sin soledad, melancolia, mas bien comparta, demuestre amor, y si no lo puede dar, mire a su lado que alli hay alguien dispuesto a Dárselo.

jueves, diciembre 07, 2006

Una Relacion Mas Intima

La Palabra de Cristo more en abundancia en vosotros.

–(Colosenses 3:16)


Dios dice "Acércate más a tu Padre celestial, cultiva tu relación con Él. Si no lo haces, no te irá bien; pero si lo haces, verás el derramamiento más glorioso de Dios que jamás podrías imaginarte".

Ese mensaje no es solo para mí, es también para usted y para todo creyente sobre la Tierra. Estamos en los últimos días de la presente era. Cristo va a venir pronto. Es un tiempo emocionante, pero también es un tiempo peligroso. Los que no hagan lo que el Espíritu dice y no se acerquen al Señor irán de calamidad en calamidad. Pero los que lo hagan, vencerán las calamidades y las convertirán en cosas gloriosas, en el nombre de Jesús.

El primer paso para acercarse más a Dios es entender que a Dios se le conoce primero en su Palabra. El tiempo que uno dedica a meditar en el Nuevo Testamento es tiempo que dedica a Jesús; la mayoría de creyentes no se da cuenta de esto. En vez de conocer al Señor por medio de su Palabra, muchos tratan de hacerlo por los sentidos, y, por supuesto, eso no da resultado.

Para que el Espíritu Santo controle su mente es necesario que la Palabra predomine en sus pensamientos; con el tiempo, sus sentimientos seguirán el orden de las cosas.

Tenga presente que Juan 1:1 dice que Jesús es el Verbo, o la Palabra. Eso significa que cuando usted le dedica tiempo a la Palabra, le está dedicando tiempo a Jesús. Cuando la Palabra de Dios mora en usted en abundancia, Jesús también mora en usted en abundancia.

No vaya de calamidad en calamidad, sino que tome esas calamidades y conviértalas en algo glorioso, en el nombre de Jesús. Acérquese más a Jesucristo y a la Palabra de Dios para que le vaya bien en estos tiempos peligrosos.

miércoles, diciembre 06, 2006

La soberanía de Jesús y Su protectora presencia

Las tormentas de la vida pueden hacernos sentir inseguros de nuestra dirección. Los discípulos sabían que estaban en el mar de Galilea, dirigiéndose a Genesaret, pero en medio del fuerte viento no podían determinar su dirección ni a qué distancia estaba la costa. Las luces que los orientaban en el cielo estaban oscurecidas, y sus sentidos atacados por la tormenta. ¿Ha sentido lo mismo alguna vez? Pensemos en lo que aprendieron los discípulos, y nos servirá de ayuda.

La soberanía de Jesús. Jesús demostró Su soberanía sobre la Naturaleza y sobre nuestras vidas. Dios tiene el control absoluto, no hay ningún momento en el que no esté guiando nuestras tormentas. Los vientos soplaron, fuertemente y las olas se levantaron a más no poder. Pero Jesús sabe dónde estamos, hacia dónde vamos, y conoce la fiereza de la tormenta. Recuerde: Aquél que murió en nuestro lugar, sostiene el futuro y también nos sostiene a nosotros porque nos ama.

La protección de Jesús. Jesús demostró Su poder protector en esta tempestad. Protegió a los discípulos en la barca, y protegió a Pedro en el agua. Pero no deje de ver una lección esencial: Jesús dejó que Pedro se hundiera lo suficiente, para que reconociera su insuficiencia y se volviera al Señor para que Él lo salvara. Nos protege el recordar que somos absolutamente incapaces sin Jesús, y que debemos volvernos rápidamente a Él.

La soberanía de Jesús y Su protectora presencia llevaron a los discípulos a adorarle como el Hijo de Dios.

martes, diciembre 05, 2006

¿Avance o retroceso?

Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos.

–(Hebreos 2:1)

A todos nos ha sucedido: llegamos a conocer un poco la Palabra de Dios, obtenemos algunas victorias, por vez primera en muchos años nos va muy bien en la vida, pero, de pronto, nos desviamos del camino y nuestro mundo se derrumba, y tenemos que volver a empezar de nuevo.

Eso fue lo que les sucedió a los creyentes para quienes se escribió la carta a los Hebreos. Habían avanzado tanto en la vida espiritual que ya podían ser maestros, pero luego se desviaron tanto del camino que fue necesario volver a alimentarlos como a niños de pecho (véase Hebreos 5:12).

¿Qué los hizo desviarse tanto? Pues, dejaron que otros asuntos se interpusieran en el camino de la fe y se olvidaron de las promesas de Dios, y como resultado de ello se desviaron. Esto mismo le ha sucedido a multitud de creyentes en los últimos años.

"Bueno, hermano - dicen algunos - , estamos cansados de este asunto de la fe. La verdad es que no tenemos tanto tiempo para estar en la Palabra".

Esos creyentes se han olvidado de las promesas de Dios. No es que han dejado de creer en ellas, es que están más interesados en otras cosas. Han bajado mucho su nivel de conocimiento de la Palabra, por tanto, su nivel de fe ha bajado y han sufrido derrotas en aspectos de sus vidas que antes habían vencido.

No permita que eso le suceda a usted. Cuando las cosas vayan bien, no sólo disfrute las bendiciones de Dios, sino que profundice en lo que Él tiene para usted. No se olvide de las promesas de Dios, sino concéntrese en seguir adelante y en fortalecerse espiritualmente no solo para que le sea suplido lo que necesita, sino para ayudar a los demás en sus necesidades.

Recuerde: nivel bajo de la Palabra = nivel bajo de fe = desviación.

No se distraiga mucho en disfrutar las victorias de hoy para que el mañana no termine en derrota. Examine las cosas que ha aprendido. Ponga más atención a la Palabra. Siga avanzando por la fe para que cuando Satanás y sus secuaces le vean venir, digan: "Oh, no. Ahí viene otra vez ese hombre de fe tras nosotros".


lunes, diciembre 04, 2006

¿ Por que estoy aqui en la tierra ?

Piense en esto: nuestro Dios, quien creó al mundo y que es el Señor de todo, quiere que hallemos placer en nuestra unión con Él. Su Palabra nos enseña que Él “nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos” (1 Ti. 6:17). Pero la cosa más importante que Dios nos ha dado para que disfrutemos, es Él mismo. Estamos llamados a encontrar satisfacción en nuestra relación con Él.

Uno de los secretos para tener una relación satisfactoria, es la aceptación. El ser aceptados por alguien que se preocupa por nosotros a pesar de nuestras faltas, nos hace libres para disfrutar de la amistad. Lo mismo es verdad en nuestra relación con Dios. Nuestro amoroso Padre celestial sabe quiénes somos y, por la obra de Jesús en la cruz, nos acepta como Sus hijos. Nosotros, que una vez fuimos sus enemigos, hemos sido ahora aceptados en Su familia. Y al ser aceptado permanentemente por Dios, somos libres para disfrutar de una preciosa intimidad con Él.

Hay ciertas acciones que podemos emprender, que harán mayor nuestro gozo del Señor. Alabar a Dios por lo que Él es, es decir, por Sus atributos, regocijará nuestro corazón . Pasar tiempo con Él, conocerlo y escucharlo, aumentará nuestra intimidad con Dios y alegrará nuestros espíritus. Y el negarnos a creer en las mentiras del diablo, tales como “tu pecado es demasiado grande para que puedas ser perdonado”, nos capacita para descubrir el amor de Dios de una manera más profunda, y para conocer el gozo del perdón.

¿Está experimentando el gozo y la libertad que surgen de saber que Dios le acepta?