viernes, noviembre 30, 2007

La abundancia del corazón

En Mateo 12:34-35 dice: "¡Generación de vívoras!, ¿cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas".

Aquí Jesús nos dice que nuestras palabras revelan con qué hemos estado constantemente llenando nuestros corazones. A medida que llenemos nuestros corazones con la Palabra de Dios y la creamos, la fe se derramará en nuestras palabras. Esas palabras llenas de fe tienen poder y afectarán nuestras circunstancias.

Del buen tesoro de nuestros corazones, buenas cosas saldrán.

Si usted no tiene un buen tesoro almacenado en su corazón (si usted no está creyendo las cosas correctas) usted puede cambiar lo que cree. Simplemente vaya a la Palabra, vea lo que Dios dice de su situación y afirme: "Ese es el camino. Le hago honor a esa Palabra y hago lo que dice". Es así como usted introduce la Palabra en su corazón.

Al llenar su corazón con la Palabra de Dios se establece el Reino de Dios en su corazón. Ella le da las palabras del dominio de Dios.

En Mateo 6:22-23 Jesús dijo: "La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo está lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?" En otras plabras, en qué pone usted su atención es de vital importancia.

La entrada a su corazón es a través de sus ojos y oídos. El "ojo" de la fe ve la Palabra de Dios en vez de ver las circunstancias. Usted puede tener un "ojo" sano siguiendo las instrucciones de Dios: "Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón; porque son vida a los que las hallan y medicina a todo su cuerpo. Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida" (Proverbios 4:23).

Lo que permitamos que entre a nuestros corazones afecta a todas las partes de nuestras vidas.

Si dedicamos tiempo a la Palabra hasta que inunde nuestros corazones, nos dice el Salmo 119:105 que será una lámpara a nuestros pies y una luz en nuestro camino. Pero si estamos llenando nuestros corazones con información mundana: viendo películas y televisión mundanas, leyendo libros y revistas mundanas; nuestros corazones no estarán llenos de luz. Con solo renovar nuestras mentes con la Palabra de Dios (Romanos 12:2), serán nuestros corazones inundados de luz.

A medida que usted renueva su mente con la Palabra, usted aprende a pensar como piensa Dios y tomará decisiones correctas, será bendecido. Es de lo que está hablando Mateo 6:33 cuando dice: "mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas".

Si Dios verdaderamente gobierna en su corazón, si Él es el Señor de su vida y usted hace lo que Él dice, entonces el reino de Dios (su dominio, presencia, poder, gloria y unción) fluirá continuamente de usted y ejercerá autoridad sobre las cosas que vengan en su contra. Ese es el plan de domino de Dios. Las palabras de autoridad son palabras de fe que salen del corazón.

jueves, noviembre 29, 2007

Más que un propósito de año nuevo

Esta es la época del año en la que muchas personas están haciendo buenos propósitos para el año nuevo. Para la mayoría estos buenos propósitos son sinceras intenciones de cambio. Desafortunadamente la mayor parte de esta gente no se da cuenta de que se están exponiendo al fracaso.

Un propósito de año nuevo promete traer alguna ganancia, pero carece del material necesario para producir esa ganancia. Cualquier propósito que trate de provocar una transformación mediante esfuerzos de la carne en vez del poder de Dios se expone al fracaso. Carece de substancia.

La victoria duradera nunca se gana mediante nuestra propia fuerza. El verdadero cambio y la victoria total ocurren solo cuando ejercitamos nuestra fe en el poder transformador de Dios: solo así.

Alguien comentaba en una ocacion -Soy graduada en entrenamiento personal e instructora de aeróbicos, y como tal a menudo me relaciono con gente que lucha contra la compulsión a comer demasiado u otras compulsiones. En su determinación por liberarse del yugo de estos hábitos destructivos, a menudo estas personas toman decisiones desesperadas. Siento pena y simpatía por ellas pues sé lo que es eso. Muchas veces estuve enfrascada en la misma lucha. Por más de la mitad de mi vida, estuve atada al hábito de comer demasiado. Estaba obsesionada con dietas y ejercicios. Perdí un total de 317 kilos en todos esos años en que estuve en el juego de pérdida y ganancia de peso. Hoy soy 100% libre y estoy gozando de la alegría que trae consigo esa libertad. Pero hubo una época en la que yo, al igual que muchos otros, empezaba cada año nuevo con nobles propósitos. Siempre esperaba que este año mi propósito fuera la solución; solo para verme otra vez fracasando y sintiéndome con el ánimo por los suelos-.

En teoría, los buenos propósitos suenan bien. En la práctica, sin embargo, se quedan cortos. Los propósitos desesperados no son otra cosa que métodos carnales que le hacen el juego a la estrategia engañosa de Satanás para que sigamos cayendo y frustrándonos hasta que al final perdamos toda esperanza de que seremos alguna vez libres.

Si Satanás puede hacer que usted siga en el ruedo de la carne, usando armas carnales para librar una guerra espiritual, Satanás puede vencerlo. Pero si usted va a tomar armas para luchar que no son carnales sino que vienen del poder de Dios, podrá derrotar al diablo y superar los hábitos destructivos en todas las áreas de su vida.

Jesús dijo que si somos constantes en su Palabra, conoceremos la verdad y la verdad nos hará libres. (Juan 8:31-32). Así que no deje que el diablo lo haga caer en la trampa con otro ciclo de fracaso y decepción haciéndole caer en la tentación de una "solución rápida". Existe una salida. Pero va a necesitar más que un propósito de año nuevo-: tendrá que tomar una decisión firme, de manera que ponga su fe y su esperanza en Dios.

Mientras usted siga en la Palabra y ponga su confianza en Dios para que Él lo haga conforme a la imagen de su Hijo, ese poder quitacargas, destructor de yugos de Jesús el Ungido y su unción lo liberarán de la esclavitud del peso y del peso de la esclavitud. Usted puede, con toda seguridad, poner su esperanza y su confianza en Él, porque cuando el Hijo lo hace libre, ¡usted es verdaderamente libre!.

miércoles, noviembre 28, 2007

Cómo prosperar de adentro hacia afuera

Lo admitan o no, a una gran cantidad de creyentes se les hace difícil creer —creer de verdad— que puedan prosperar económicamente. Usted les podrá mostrar lo que la palabra de Dios dice, los podrá saturar con las escrituras que demuestran que la voluntad de Dios para ellos es la prosperidad, y ellos van a estar de acuerdo con cada palabra.

Pero se irán a sus casas y seguirán viviendo en pobreza. Cuando ven esa montaña de cuentas por pagar, la economía que se derrumba y sus trabajos sin futuro, simplemente no pueden ver cómo Dios podría hacerlos prosperar. «Después de todo, ¿qué va a hacer Él? —se preguntan ellos— ¿Va ordenar que bajen billetes de los árboles?

¿Cómo Dios prospera a su pueblo? Es una buena pregunta que merece una respuesta, y usted la puede encontrar en 3 Juan 2. El anciano apóstol Juan escribe por inspiración del Espíritu Santo: «Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma».

Quiero que note algo. Esa Escritura no dice, «yo oro para que tú seas prosperado conforme prospera la economía o conforme tu jefe decida ascenderte de puesto»; sino que dice «oro para que seas prosperado, así como prospera tu alma». Es ahí donde la mayoría de los creyentes se equivocan en cuanto a la prosperidad económica. Se concentran en las situaciones externas, pensando que es ahí donde están sus esperanzas. Pero Dios no trabaja de afuera hacia dentro, sino de adentro hacia afuera.

Él lo bendecirá a usted materialmente conforme su alma prospere en su Palabra. Luego, cuando las semillas de la prosperidad hayan sido sembradas en su mente, en su voluntad y en su corazón, y cuando usted deje que esas semillas broten, entonces producirán una gran cosecha material no importa cuán malas estén las condiciones alrededor de usted.

Santiago 1:5-6 dice: «Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra».

No obstante, permítame advertirle una vez más. No se trata de leer unos cuantos versículos cada día y esperar ser prosperado. Sino que estamos hablando de escudriñar la Palabra y meterse en ella hasta que el Espíritu Santo empiece a hablarle y hasta que usted desarrolle una fe inconmovible. Eso no es algo que sucede de la noche a la mañana. Como agricultor espiritual, usted debe sembrar, deshierbar y regar la Palabra en su corazón. Va a tomar tiempo y esfuerzo, pero créame, la cosecha bien valdrá la pena.

martes, noviembre 27, 2007

Impacta a Dios con tu fe

Imagínese lo que es tener suficiente fe como para impresionar a Dios. ¿Le parece eso algo exagerado? En Mateo 8, un centurión (oficial al mando en el ejército romano) vino a ver a Jesús para interceder por su siervo quien estaba enfermo y atormentado.

Cuando Jesús se ofreció ir a la casa del centurión y sanar al siervo, el oficial respondió: "Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra y mi criado sanará" (verso 8).

Este era un hombre que conocía el poder de las palabras. Después de todo, él era un oficial en el ejército. Cuando el hablaba, todos le prestaban atención y hacían lo que él ordenaba. En este caso, Jesús hizo también lo que el centurión le pidió.

¿Por qué respondió Jesús con tanta rapidez? Porque las palabras de aquel hombre estaban llenas de fe.

En más, al oír la respuesta del centurión, Jesús se asombró y dijo: "De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado tanta fe" (versículo 10).

La fe que tanto impresionó a Jesús fue que el centurión estuvo dispuesto a creer sin pedir alguna señal espectacular o algún milagro del cielo. La Palabra era lo único que él necesitaba para creer que Jesucristo podía sanar a su siervo. “Solamente di la palabra…”, dijo el centurión. Y en aquella misma hora su siervo fue sanado.

lunes, noviembre 26, 2007

El amor nunca deja de ser

Estoy seguro de que usted no desea caer en eso; yo tampoco. Pero podemos evitarlo. ¿Cómo? Tenemos que darle prioridad al mandamiento de amar en nuestra vida. En lugar de ponernos a pensar cuánto nos han ofendido, pensemos en en el amor de Dios por nosotros y en todo lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz. Evitaremos la discordia si ponemos en práctica nuestro amor por el Señor.

Si alguien le saca de quicio, diga: “No puedo altercar con esa persona, no importa lo que haya hecho. Estaría desobedeciendo al Comandante en Jefe. Estaría irrespetando al Dios que amo”.

Si una vez que haya dicho esas palabras aún se siente tentado a decir algo feo, ¡cierre la boca! No deje salir las palabras de ira y discordia de su corazón. Santiago 3:6 dice que esas palabras son como astillas que el infierno mismo utiliza para incendiar todo su ser. Así que no las diga; no empiece el fuego.

En lugar de eso, dé un paso de fe y responda en amor. Haga y diga lo que el amor haría y diría: “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, cesarán las lenguas y el conocimiento se acabará” (1 Corintios 13:4-8).

Cuanto más practique el mandamiento de amar, más cimentado y arraigado estará en el amor. Y sin que se dé cuenta, andar en amor dejará de ser un mandamiento. Se convertirá en un honor, un privilegio y un gozo. No querrá vivir de ninguna otra manera. La semilla del amor estará creciendo en usted. Estará cimentado y arraigado en el amor. Empezará a conocer el amor de Dios, y al Dios de amor.

Si continúa andando en amor, cada día que salga de su casa estará rebosando un poco más de la presencia del Señor. Cada día estará viviendo más la vida a la que fue llamado y para la cual fue creado: ¡una vida llena de la plenitud de Dios!

viernes, noviembre 23, 2007

¿Puede el enemigo llevarle cautivo?

“Bien, hermano –dirá usted–. Pero no puedo evitar el ofenderme cuando alguien me trata mal. Dios lo sabe. Además, esas advertencias contra la contienda están en al Antiguo Testamento. Como cristianos estamos bajo el Nuevo Pacto; estamos bajo la gracia. Las cosas son diferentes ahora”.

De acuerdo, y gracias a Dios que son diferentes. Tenemos la sangre de Cristo que nos limpia del pecado y la iniquidad. Hemos nacido de nuevo y se nos ha impartido la naturaleza de Dios. Ya no tenemos que ser esclavos del diablo. Somos diferentes, pero el pecado no ha cambiado.

El pecado es tan pecaminoso como siempre. La discordia es tan peligrosa ahora como lo fue cuando se escribió el libro de Proverbios. Si tiene dudas, mire lo que dice Romanos 13:13. Ahí se nos insta a que “Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y libertinaje, no en contiendas y envidia”.

Ese versículo no solo nos advierte, como creyentes neotestamentarios, a dejar la contienda, sino que pone a esta con muy mala compañía. La cataloga junto con la lujuría y la borrachera. 1 Corintios 3:1-3 confirma esa perspectiva. Ahí el apóstol Pablo les dice a los creyentes de Corinto que debido a la discordia no habían podido madurar y seguían siendo carnales (o mundanos). Él escribe: “De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo. Os di a beber leche, no alimento sólido, porque aún no erais capaces; ni sois capaces todavía, porque aún sois carnales. En efecto, habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales y andáis como hombres?”

¡Imagínese tal cosa! Debido a la discordia entre ellos, el apóstol Pablo no podía enseñarles el alimento sólido de la Palabra. La congregación había descendido a tal condición espiritual que estaba funcionando como un grupo de incrédulos y mundanos.

La discordia hará lo mismo entre nosotros hoy en día. Entorpecerá nuestros sentidos espirituales. No nos dejará escuchar la voz de Dios. Si hay discordia entre nosotros o si nos sentimos ofendidos por alguien, si no nos arrepentimos y arreglamos las cosas, terminaremos diciendo: “Dios nunca me oye ni me habla”.

Tenga presente que Dios nunca deja de hablarnos; Él no es un Padre ausente. Siempre está hablándonos, aconsejándonos, animándonos y edificándonos. Pero no podemos verlo así cuando hay discordia entre nosotros.

Mire otra vez la última parte de ese versículo. Dice que el diablo tiene cautivos a los que son amigos de contiendas y discordias; son sus títeres.

Eso es algo muy serio y debemos tener presente que puede pasarnos lo mismo. Si andamos en contienda y discordia, si peleamos por poder y control o si nos ofendemos porque no nos tratan bien, terminaremos siendo cautivos del diablo. Nos pondrá a trabajar para él con solo tirar de la cuerda de la discordia. Y cuando lo haga, perderemos los estribos por cualquier cosa sin darnos cuenta, y terminaremos siendo sus siervos.

jueves, noviembre 22, 2007

Evite la discordia como si fuera una serpiente venenosa

No sin razón se nos dice en Efesios 4:26-27: “Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis lugar al diablo”.

Dar lugar al diablo en nuestra vida por medio de la ofensa y la discordia, es como abrirle la puerta para que entre a robarnos la Palabra; y la Palabra es la que nos sana, nos protege, nos libra de la maldición y nos traslada a una vida de bendición. Y lo más importante: la Palabra es la que nos arraiga y nos cimenta en el amor de Dios.

Si de veras entendiéramos el mal que causa la discordia, la evitaríamos como a una serpiente venenosa; no tendríamos nada que ver con ella. Pero la mayoría de los creyentes nunca ha considerado seriamente lo que la Biblia dice acerca de la discordia, nunca ha dado importancia a versículos como:

Proverbios 10:12: “El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas”.

Proverbios 15:18: “El que es iracundo provoca contiendas; el que es paciente las apacigua”.

Proverbios 16:27-28: “El hombre perverso cava en busca del mal; en sus labios hay como una llama de fuego. El hombre perverso promueve contienda, y el chismoso separa a los mejores amigos”.

Proverbios 17:14: El que inicia la discordia es como quien suelta las aguas, ¡abandona, pues, la contienda, antes que se complique!

La palabra que se traduce “contienda” o “discordia” implica falta de armonía, desacuerdo, lucha por la superioridad o por un puesto. La discordia, la contienda, surge cuando uno teme que alguien se va a aprovechar de uno. La discordia dice: tengo que pelear por lo que es mío.

Los creyentes (persona que cree en Dios) que han alcanzado cierto grado de madurez espiritual saben que es mejor no pensar de esa manera. Saben que es mejor no ponerse a pelear cuando alguien les dice algo para ofenderlos. Espiritualmente, son lo suficientemente maduros como para ponerse a discutir con el pastor por algo que dijo, aunque no estén de acuerdo con él.

Así que el diablo los sorprende; les envía un diácono, que parece muy piadoso, quien se les acerca sigilosamente y les dice: “¿qué opina usted de la decisión del pastor en cuanto a ese programa? ¿En realidad cree usted que él tomó la decisión correcta?”

El creyente (persona que cree en Dios) sabio cortará esa conversación ahí mismo; rehusará ponerse a discutir (aun mentalmente) sobre la decisión del pastor; reconocerá que el diablo está tratando de causar división en la iglesia, y por eso pondrá fin a esa discordia ahí mismo. Él dirá: “Mire, hermano. Yo apoyo al pastor y a la iglesia, y estoy entregado a Cristo. No sé por qué el pastor tomó esa decisión, pero ya lo hizo; así que es mejor que estemos unidos y lo apoyemos. Es más, ¿por qué no oramos por él en este momento?”

Esa clase de reacción pone coto a la contienda y pone en movimiento el amor de Dios.

miércoles, noviembre 21, 2007

INICIE CON UNA SEMILLA

Usted quizá diga: “Bueno. La verdad es que no sé cómo podría pasar eso. No veo cómo la plenitud de Dios podría ser una realidad en mi vida”.

Pues, si leemos el pasaje de Efesios 3: 14-21, nos daremos cuenta de que ahí dice exactamente cómo ser llenos de la plenitud de Dios. Debemos estar arraigados y cimentados en su amor. Debemos cultivar tal conocimiento y experiencia del amor de Dios que empezamos a comprender todo su alcance.

Como Dios es amor, cuando conocemos y vivimos su amor plenamente, estamos dando a conocer a Dios en su plenitud.

Sin embargo, ese conocimiento pleno del amor de Dios no nos cae del cielo como por arte de magia, si no que debe crecer en nosotros. Y, al igual que todas las cosas que crecen, debe empezar con una semilla. Esa semilla es el mandamiento de amar que encontramos en Mateo 22: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente… . Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (versículos 37 y 39).

Como creyentes nuevos, cuando leemos ese mandamiento de amar por primera vez, tenemos muy poco conocimiento al respecto. Pero al empezar a meditar en este mandamiento, a confesarlo y a ponerlo en práctica en nuestra vida, empieza a arraigarse en nuestro corazón y en nuestra mente. Y si seguimos adelante, llegaremos a estar tan cimentados en este mandamiento que empezaremos a juzgar nuestra vida por lo que éste dice.

Entonces, por ejemplo, si alguien nos dice algo feo, en lugar de responder de una manera fea, empezamos a buscar el modo de guardar el mandamiento para responder en amor.

Cuanto más nos sometemos al amor, más crece y se fortalece la revelación del amor de Dios en nosotros. Nuestro conocimiento de ese amor aumenta y, como resultado, nuestras vidas serán más y más llenas de la plenitud de Dios.

martes, noviembre 20, 2007

Todo es posible si puedes creer

¿Qué le está diciendo el Espíritu de Dios hoy? ¿Qué le está diciendo acerca de su desarrollo espiritual, de su familia y de sus finanzas? Si usted está pasando por alguna dificultad, ¿le ha Él hablado alguna palabra de victoria?

Como hijo de Dios nacido de nuevo usted debería saber la respuesta a esas preguntas.

Considere por un momento lo que sería su vida si usted fuera lleno del amor de Dios. ¿Qué pasaría si usted estuviera rebosando de la presencia de Jesucristo todos los días cuando sale de su casa? ¿Qué pasaría si pudiera vivir en la plenitud del amor, de la sabiduría y del poder de Dios?

Si usted se encuentra en esa situación, voy a ser franco con usted. Es mejor que busque a Dios y le pregunte lo que usted debe hacer. Es mejor que guarde silencio y ponga atención a lo que Él tenga que decirle. Es mejore que se despoje del temor y empiece a confiar en Dios, porque si no, el diablo se va a aprovechar al máximo de usted.

Sin duda, su vida sería asombrosa.

Sin embargo, esa clase de vida sobrepasa las aspiraciones que la mayoría de los creyentes tienen. Muchos hasta pondrían en tela de juicio que tal vida sea posible. No creen que nadie en esta vida pueda alcanzar tal nivel espiritual.

Sin embargo, de acuerdo al Nuevo Testamento, están equivocados. En sus páginas vemos que esa es exactamente la clase de vida que los creyentes están llamados a vivir. Es la clase de vida que el apóstol Pablo tenía presente cuando, por inspiración del Espíritu Santo, escribió la oración de Efesios 3:14-21:

Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo (de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra), para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu; para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor, seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

No hay duda de que Pablo creyó que era posible para los hijos de Dios pueden ser llenos de su plenitud. Él confiaba en que el poder de Dios podía hacer (por el gran poder del Espíritu Santo que habita en nosotros) más de lo que nuestro pequeño cerebro pudiera imaginarse.

Pablo sabía, por revelación divina, que Dios puede glorificarse por medio de nosotros.

Todo es posible si puedes creer

lunes, noviembre 19, 2007

En olor fragante a Dios

Sed, pues, imitadores de Dios[a] como hijos amados.
2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

3 Pero fornicación y toda impureza o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos.

4 Tampoco digáis palabras deshonestas, ni necedades, ni groserías que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

5 Sabéis esto, que ningún fornicario o inmundo o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia.

7 No seáis, pues, partícipes con ellos,

8 porque en otro tiempo erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz[i]

9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),[

10 comprobando lo que es agradable al Señor.

11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas,[m] sino más bien reprendedlas,

12 porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto.

13 Mas todas las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas, porque la luz es lo que manifiesta todo.

14 Por lo cual dice:
Despiértate, tú que duermes,
y levántate de los muertos,
y te alumbrará Cristo
.

15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,

16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos.

17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

18 No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

19 hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones;
20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

viernes, noviembre 16, 2007

30 Principios para la vida (ultima parte)

Principio #21
La obediencia siempre trae bendición consigo. Lucas 11:28

Principio #22
Andar en el Espíritu es obedecer las indicaciones iniciales del Espíritu. Hechos 10:19

Principio #23
Jamás podremos superar a Dios en generosidad. 2 Corintios 9:8

Principio #24
Vivir la vida cristiana es permitir al Señor Jesús vivir su vida en y por medio de nosotros. Gálatas 2:20

Principio #25
Dios nos bendice para que nosotros podamos bendecir a otros. Efesios 4:28

Principio #26
La adversidad es un puente que nos conduce a una relación más profunda con Dios. Filipenses 3:10-11

Principio #27
No hay nada como la oración para ahorrar tiempo. 2 Tesalonicenses 3:1

Principio #28
Ningún creyente ha sido llamado a transitar solitario en su peregrinaje de fe.
Hebreos 10:24-25

Principio #29
Aprendemos más en nuestras experiencias por el valle de lágrimas que en las de la cumbre del éxito. Santiago 5:10

Principio #30
El deseo ferviente del regreso del Señor nos mantiene viviendo productivamente. Apocalipsis 22:11

jueves, noviembre 15, 2007

30 Principios para la vida (segunda parte)

Principio #11
Dios asume toda la responsabilidad en cuanto a nuestras necesidades, si lo obedecemos. Job 42:7-17

Principio #12
La paz con Dios es fruto de nuestra unidad con Él. Salmo 4:8

Principio #13
Escuchar a Dios es esencial para andar con Él. Salmo 81:8

Principio #14
Dios actúa a favor de quienes esperan en Él. Isaías 64:4

Principio #15
El quebrantamiento es el requisito de Dios para que seamos útiles al máximo. Jeremías 15:19

Principio #16
Todo lo que adquirimos fuera de la voluntad de Dios termina convirtiéndose en cenizas. Ezequiel 25:6-7

Principio #17
De rodillas somos más altos y más fuertes. Daniel 6:10-11

Principio #18
Como hijos del Dios soberano, jamás somos víctimas de nuestras circunstancias. Oseas 3:4-5

Principio #19Todo aquello a lo que nos aferremos, lo perderemos. Amós 6:6-7

Principio #20
Las decepciones son inevitables; el desánimo es por elección nuestra.
Habacuc 3:17-19

miércoles, noviembre 14, 2007

30 Principios para la vida (primera parte)

Principio #1
Nuestra intimidad con Dios, que es su prioridad para nosotros, determina el impacto que causen nuestras vidas. Génesis1:26

Principio #2
Obedezcamos a Dios y dejemos las consecuencias en sus manos. Éxodo 19:5

Principio #3
La Palabra de Dios es ancla inconmovible en las tormentas. Números 23:19

Principio #4
Estar conscientes de la presencia de Dios nos da energías para desempeñar nuestro trabajo. Deuteronomio 20:1

Principio #5
Dios no nos demanda que entendamos su voluntad, sino que la obedezcamos aunque nos parezca poco razonable. Josué 3:8

Principio #6
Cosechamos lo que sembramos, más de lo que sembramos, después de sembrarlo. Jueces 2:1-4

Principio #7
Los momentos sombríos durarán solo el tiempo necesario para que Dios lleve a cabo su propósito en nosotros. 1 Samuel 30:1-6

Principio #8
Libremos nuestras batallas de rodillas y siempre obtendremos la victoria.
2 Samuel 15:31

Principio #9
Confiar en Dios quiere decir ver más allá de lo que podemos, hacia lo que Dios ve.
2 Reyes 6:17

Principio #10
Si es necesario, Dios moverá cielo y tierra para mostrarnos su voluntad.
2 Crónicas 20:12

martes, noviembre 13, 2007

Manifiestas son las obras

No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero,

Ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominable para Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas cosas abominables Jehová, tu Dios, expulsa a estas naciones de tu presencia.

Perfecto serás delante de Jehová, tu Dios.

Manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lujuria, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas. En cuanto a esto, os advierto, como ya os he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Perfecto serás delante de Jehová, tu Dios.

Referencia Biblica:
Deuterionomio 18: 10-13
Galatas 5: 19-23
Deuterionomio 18:13

viernes, noviembre 09, 2007

El Espiritu Santo

Después de su resurrección, Jesús dijo a los discípulos que se quedaran en Jerusalén y esperaran. Aunque habían vivido con el Señor y le habían servido por tres años, se requería algo más antes de que pudieran realizar la obra de Dios. Necesitaban la presencia divina, el Espíritu de Dios, que les equiparía y daría poder para cumplir con su tarea divina.

¿Qué es el Espíritu Santo? Él es Dios el Espíritu –la tercera persona de la Trinidad, en la misma posición y relación con Dios el Padre y Dios el Hijo. Jesús hablaba las palabras de Su Padre, y buscaba glorificar a Dios; igualmente, el Espíritu habla solamente lo que Él oye, y Su propósito es glorificar a Cristo (Juan 16:13, 14). Él es el cumplimiento de una promesa hecha por Dios a todos los que han puesto su fe en Jesús como Salvador.

El Espíritu viene de parte de Dios en el nombre de Jesús como un regalo para todos los creyentes. Cuando una persona pone su fe en Cristo como Salvador, se convierte en una nueva creación; es ahora hija de Dios, y el Espíritu Santo mora en ella.

¿Cuál es el propósito del Espíritu? Jesús lo llamó nuestro Consolador, que nos enseña y nos recuerda lo que hemos aprendido (Jn. 14:26). Es nuestro compañero constante, que está siempre con nosotros (Jn. 14:16). Él procura transformarnos a la semejanza de Cristo en nuestras actitudes y prioridades, y en nuestra mente y conducta.

Algunos cristianos han creído erróneamente que el Espíritu es una fuente de poder, en vez de ser una persona divina. Él es Dios el Espíritu, y Su presencia dentro de nosotros es clave para poder obedecerle.

miércoles, noviembre 07, 2007

Lo alto, lo bajo.

La siguiente crónica del escritor cubano Luis Bernal Lumpuy es la tercera del diario de su viaje por tierra desde Costa Rica hasta los Estados Unidos de América en marzo del 2007:

«Salimos a las dos de la tarde de la estación de autobuses de Tapachula, en la frontera sur de México, con destino a Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas. A lo largo de la excelente autopista hay muchos poblados pintorescos.

»Casi al anochecer el autobús comenzó a subir por una carretera serpenteante entre montañas selváticas, con abismos exuberantes. Es un paisaje más espectacular de lo que he visto tantas veces en el Cerro de la Muerte, en la carretera de Costa Rica a Panamá, y de lo que vi una vez en las Montañas de Fuego del Timanfaya, en Lanzarote, Islas Canarias.

»La angosta carretera va subiendo hacia las cumbres, y el motor del autobús se esfuerza por llevarlo lentamente, mientras abajo se contemplan los abismos profundos cubiertos de bosques. El paisaje impresionante de esa zona provoca en algunos admiración y en otros miedo.

»El ascenso duró más de media hora, y después, poco a poco, el autobús fue bajando hacia el valle. Doce horas más tarde, cuando despuntaba el alba, nos acercamos a la portuaria ciudad de Veracruz, frente al Golfo de México.

»Ese panorama de la naturaleza virgen, de las cumbres y de los abismos, me ha llevado a considerar algo parecido en nuestra vida. Cuando, después de un largo esfuerzo, llegamos a la cúspide de nuestros éxitos y hazañas personales, es bueno que volvamos la mirada a los abismos insondables de nuestras debilidades y pasiones que pueden llevarnos al fracaso. Y es también importante que, al llegar al valle de la vida real en que nos relacionamos con nuestros semejantes, recordemos que no siempre vamos a estar en la cumbre, y las alturas no deben hacernos arrogantes.

»No debemos menospreciar a los más pobres ni envidiar a los más ricos. No debemos considerar como inferiores a los que saben menos ni adorar a los que saben más. Unos y otros pueden alcanzar las cumbres y despeñarse también por los abismos. Y sobre todo necesitamos en las cumbres pensar en quienes permanecen en el valle, y comprenderlos y amarlos a pesar de nuestras diferencias.» 1

Bernal Lumpuy tiene razón, no sólo porque lo ha aprendido por experiencia, sino también porque la Palabra de Dios apoya ese punto de vista de principio a fin. Dios nunca ha tolerado la arrogancia. Al contrario, la considera, en sentido negativo, como un complejo de superioridad, es decir, un mal del que necesitamos curarnos.

Una de las formas más eficaces de curarnos de ese mal es reconocer cuán insignificantes somos a la luz de la grandeza de Dios, tal como nos lo recuerda el Salmo 95. Allí el salmista, tal vez luego de un viaje parecido al del poeta Bernal Lumpuy, nos anima a que aclamemos a Dios:

Porque el Señor es el gran Dios,
el gran Rey sobre todos los dioses.
En sus manos están los abismos de la tierra;
suyas son las cumbres de los montes.
Suyo es el mar, porque él lo hizo;
con sus manos formó la tierra firme.
Vengan, postrémonos reverentes,
doblemos la rodilla
ante el Señor nuestro Hacedor. 2

martes, noviembre 06, 2007

Cuando te sientes….Llama

Teléfonos de Emergencia


Son más efectivos que el 911.

Cuando te sientes…. Llama:

Triste ...........................................................Juan 14
Pecador o que haz pecado .........................................Salmo 51
En peligro inminente .............................................Salmo 91
Que la gente te ha fallado............................. ..........Salmo 27
Que Dios esta lejos de ti ........................................Salmo 139
Necesidad de estimular tu fe .................................... Hebreos 11
Solo y temeroso ................................................. Salmo 23
Preocupado .......................................................Mateo 8:19–34
Herido y criticado ...............................................1 Corintios 13
Con dudas de la cristiandad ...................................2 Corintios 5:15-18
Fuera de lugar ..................................................Romanos 8:31-39
Necesitado de paz ...............................................Mateo 11:25-30
A Dios más pequeño que el mundo .................................Salmo 90
La necesidad de Cristo como tu seguro ...........................Romanos 8:1-30
Si sales de viaje ...............................................Salmo 121
La falta de valor para realizar una tarea ............... .......Josué 1
Abrumado por tus inversiones bancarias y en la Bolsa de Valores ...............Marcos 10:17-31
Deprimido .......................................................Salmo 27
Tus cuentas bancarias en ceros, .................................Salmo 37
Perdida tu fe en la humanidad ...................................2 Corintios 13
Que las personas no son amigables ...............................Juan 15: 12-27
Perdida tu esperanza, ...........................................Salmo 126
Que no hay justicia .............................................Salmo 19
Sin frutos en tu vida ...........................................Juan 15
Necesitado del secreto de la felicidad ..........................Colosenses 3:12-17
Con una gran oportunidad o haz descubierto algo .................Isaías 55
Sin saber como actuar ...........................................Romanos 12
Que tu salario es bajo ..........................................Mateo 20: 1-16

OTROS NUMEROS

Para enfrentar el miedo Salmo 3
Para seguridad Salmo 121:3
Para certidumbre Marcos 8:35-36
Para reafirmarte Salmo 145:18

Todos estos números son directos
No se requiere asistencia de la Operadora
Todas las líneas están disponibles las 24 horas del día.

Cuando crees que todo ha fallado, solamente dile a tu Padre:
Padre Mio que estas en los cielos, tu eres grande y maravilloso, tu eres magnifico y El Rey del Universo solo quiero decirte que confio en Ti y en nadie mas haz tu voluntad en mi y perdona mis fallas y ayudame a entenderlas para no cometerlas mas, Gracias mi señor.

ALIMENTA TU FE Y LA DUDA MORIRA DE HAMBRE!

viernes, noviembre 02, 2007

Un grito desesperado

Un día atrás de ayer, peque, la noche de ayer, peque, y ahora ¿me consumiré en mi pecado? Que vida estoy viviendo si te confieso y solo de labios, pues mis hechos están lejos de ti.

Se consumen los que a mi lado están, pero por mi falta de entrega no he podido hacer nada por ellos, quiero romper las cadenas que atan, he dispuesto mi vida para entregarla en sacrificio delante de ti, pero no encuentro el camino para hacerlo.

Leo las escrituras pero no entiendo, escudriño, pero caigo en el vació del estar contigo pero no junto a ti, yo se que estas, de alguna manera se que estas, necesito que me saques esto, estoy desesperado.

En una ocasión Pablo dijo que no hacia lo que quería, sino todo lo contrario, muchos nos hemos visto en esta situación, deseamos hacer lo bueno mas hacemos lo malo, nos dejamos llevar por las circunstancias, por lo que se mueve a nuestro alrededor.

Si que diciendo el angustiado “sacame, oh Dios de esto, sea yo el esposo que tu has dispuesto que sea, conforme a como esta escrito para mi novia, sea yo el hijo que conforme esta escrito para mi madre, sea yo conforme a como esta escrito para mi prójimo, pues todos esperan ver eso en mi.

Llena mi vida de tu presencia, no dejes un solo rincón de este ser sin ser lleno de ti, pues verdaderamente te necesito tanto, tanto, que sino fuera por tu gracia, no se que seria de mi.

Ya no solo quiero decir te amo con palabras, pues no solo de palabras sabemos que existes, sino por tus hechos, que aunque en ocasiones nos parece no estar en nuestro favor, llenas nuestras vidas con la satisfacción de tu propósito.

Se mi Dios que ellos verán tu gloria manifiesta en mi, pero no tardes pues, ya no solo están desesperados.”

Escrito esta que no me dejaras, ni me desamparas. Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.

De modo que si alguno está en Cristo nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.