domingo, marzo 08, 2009

Saliendo de la Opresión ha Tiempo

Recibí flores hoy.
No es mi cumpleaños ni ningún otro día especial.
Tuvimos un disgusto anoche, y él me golpeó;
pero sé que él está arrepentido,
porque me mandó flores hoy.

Recibí flores hoy.
No es nuestro aniversario ni ningún otro día especial.
Anoche me lanzó contra la pared y comenzó a ahorcarme;
pero sé que él está arrepentido,
porque me mandó flores hoy.

Recibí flores hoy.
No es el Día de la Madre ni ningún otro día especial.
Tenía tantos moretones que me dio pena contestar a la puerta;
pero sé que él está arrepentido,
porque me mandó flores hoy.

Si lo abandono, ¿a dónde puedo ir?
¿Cómo me gano la vida? ¿Y qué será de mis hijos?
La situación empeora cada vez más, pero temo dejarlo;
pero sé que él está arrepentido,
porque me mandó flores hoy.

Recibí flores hoy.
Mi familia y mis amigos desfilaron ante el féretro para verme,
preguntándose por qué no había dejado a mi marido.
¡Si sólo hubiera tenido la fuerza y el valor para dejarlo!;
pero no lo hice, así que recibí flores hoy. 1

Este imaginario relato póstumo escrito a modo de poema en 1991 por Allen «Two Trees» Dowdell, casado con una mujer que fue víctima de maltrato a manos de su marido anterior, nos obliga a encarar los innumerables casos de mujeres que aún en el siglo veintiuno se dejan maltratar y no le ponen fin a la violencia por el miedo que le tienen a su agresor. Tales casos son pruebas contundentes de un flagelo social tan grave que un anuncio de interés público auspiciado por el gobierno colombiano, televisado a fines del año 2004, sostenía que todos los días en Colombia una de cada seis mujeres era víctima de maltrato y no lo denunciaba. El anuncio presentaba a una mujer disfrazada de mimo que, al quitarse el maquillaje, mostraba las marcas de los golpes que había sufrido en el rostro.

Gracias a Dios, toda víctima de semejante violencia puede acudir a Él con la confianza no sólo de que comprende su dolor, sino también de que tiene poder para darle la fuerza necesaria para abandonar al victimario y buscar ayuda profesional. Dios envió a su Hijo Jesucristo al mundo para que sufriera en carne propia el maltrato a manos de crueles verdugos, y así pudiera identificarse con nosotros, interceder por nosotros y ofrecernos a cada uno su ayuda oportuna en toda circunstancia adversa de la vida.

¿Cuál es el correcto atavío de la mujer?

Dia Internacional de la Mujer, Vive Libre...

No es la vestimenta, ni los peinados ni el maquillaje en sí lo que va a ser correcto o incorrecto, sino la forma en que lo lleves y lo uses.

¿Cuál es el correcto atavío de la mujer? ¿Es correcto maquillarse, usar aretes, joyas, etc.?

En la Biblia Pedro nos habla acerca del correcto atavío de la mujer, “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos…” (1 Pedro 3.3-5)

Esta porción de la Palabra no prohíbe el atavío en las mujeres, sino claramente dice que no sea ostentoso ni lujoso. Lo que Pablo está haciendo es darle énfasis a una actitud interna del corazón, el de un espíritu afable y apacible, veamos su significado:

Afable: agradable, dulce, suave en la conversación y el trato.
Apacible: manso, dulce y agradable en la condición y el trato. De buen temple, tranquilo y agradable.

Si eres soltera o casada esta es la correcta actitud que debes tener ante las personas y sobre todo a la autoridad, tus padres, esposo, etc.

En Efesios 5:21 al 24 dice: “Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo y el es su Salvador. Así que como la iglesia esta sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.” Si eres casada, debes respetar la opinión de tu esposo y que tu deseo sea agradarlo en todo.

También vemos lo que dice Proverbios 31:10 al 12 “Si logras hallar una esposa realmente buena, valdrá más que las piedras preciosas. Su marido puede confiar en ella, y ella satisfará ampliamente las necesidades de él. No le servirá de estorbo sino que le ayudara toda la vida”.

Asimismo, recuerda que Proverbios 31, te describe a la mujer virtuosa, habla sobre que “la fuerza y el honor son su vestidura” y que “de lino y de púrpura es su vestido”. También habla que “engañosa es la gracia y vana la hermosura; la mujer que teme a Dios ésa será alabada”.

No es la vestimenta, ni los peinados ni el maquillaje en sí lo que va a ser correcto o incorrecto, sino la forma en que lo lleves y lo uses. No se trata de cómo vistes para ir a la iglesia, sino como te vistes en todo momento para agradar a Dios y honrarle con tu apariencia y actitud de acuerdo a la Palabra.

Recuerda que Dios te hizo formidable y maravillosa!! (Salmo 139.13 y14)